FISIOTERAPIA EN LA TERCERA EDAD

FISIOTERAPIA EN LA TERCERA EDAD

La disminución de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida, están produciendo un importante crecimiento en la población anciana y, cada vez más, estas personas sobreviven a enfermedades y problemas que antes era impensable poder superar. Todo esto conlleva a menudo diferentes grados de incapacidad, lo que hace más difícil que estas personas se incorporen a su vida diaria de manera independiente.

Las personas mayores normalmente presentan como característica común la polipatología (varias enfermedades crónicas a la vez, como reumáticas, inflamatorias, traumatológicas, psicológicas, neurológicas-hemiplejia/Parkinson/demencia senil…-, cardiovasculares, respiratorias, incontinencias urinarias, encamamiento y sobre todo el DOLOR) y los medicamentos son necesarios para su bienestar. Pero igual de importante es también la fisioterapia, cuyo objetivo principal es lograr, en la medida de lo posible, la máxima independencia y autonomía en las actividades de la vida diaria (AVD).

Los tratamientos de fisioterapia varían si se trata de un anciano que necesita ayuda de otra persona (asistido), o si se trata de un anciano que se valga por si mismo (válido).

En el caso del anciano asistido nuestro objetivo es lograr la máxima independencia posible, (caminar, comer solo, ir al servicio por si mismo, vestirse, etc…). Dependiendo del problema que presente, nos plantearemos un tratamiento adaptado a cada caso y personalizado, de manera que englobe de forma integral todos los ambitos de la vida; funcional, emocional- psicológico y social.

En el caso del anciano válido la fisioterapia es igual de importante, pues hará hincapié sobre todo en la prevención y el mantenimiento de la autonomía personal, evitando complicaciones en las diferentes patologías que presente (artrosis, hipertensión, problemas cardiorespiratorios, etc.), reduciendo el dolor y aumentando su calidad de vida. Por ello el ejercicio físico es primordial y debe plantearse como habitual en su vida diaria. El fisioterapeuta debe utilizar todos los tipos de ejercicios adaptados al grupo o individuo, tales como ejercicios aeróbicos, respiratios, relajadores, isométricos, resistidos y pasivos. Se tiene que tener en cuenta las características psicofísicas y culturales de la persona mayor, y siempre enfocar los ejercicios para mejorar las AVD.

Otro aspecto muy importante es el tiempo que las personas mayores pasan solas y separadas de sus familiares más queridos. Por eso, el tiempo que pasan con el fisioterapeuta les aporta compañía y bienestar y una oportunidad para relacionarse, tanto con el fisioterapeuta como con otros usuarios en su misma situación.

Por último, añadir que la fisioterapia en la tercera edad es un campo hoy en día imprescindible para aumentar nuestra calidad de vida, pero este aumento estará siempre condicionado por la propia motivación y colaboración de la persona.



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