LA RODILLA Y SU FISIOTERAPIA
Actualmente la población valora mucho más su calidad de vida. Por ello, el dolor en cualquier articulación limita en gran medida las actividades de la vida diaria. Sin embargo, la rodilla es muy importante, pues es una articulación de transmisión del peso del cuerpo que necesita una estabilidad y un movimiento propios, que permite el desplazamiento, la marcha, la carrera, saltos, etc.
Las patologías de la rodilla varían en función de la edad, del ejercicio físico (según el deporte que se practique), de los factores de riesgo, de la alimentación, del trabajo que se desempeña, de la constitución física de cada persona, etc.
Según estos factores, podemos encontrar patologías en niños como por ejemplo luxación de rótula, valgo/varo de rodilla, normalmente acompañadas por una hiperlaxitud ligamentosa de la articulación.
En deporte, las lesiones de rodilla son muy habituales, tanto para profesionales como aficionados. Por ello, la mayoría de la gente conoce algún familiar/amigo que ha sufrido alguna vez lesiones como rotura de ligamento cruzado anterior o posterior, distensión de ligamentos, rotura de meniscos, etc.
Pero si por algo se destaca esta articulación es sobre todo por la afectación que tiene en la 3ª edad. Los problemas que causan la artrosis y la osteoporosis en los ancianos incapacitan de tal manera a estas personas que su única solución es la cirugía (prótesis de rodilla).
La fisioterapia actúa durante todas las etapas y posibles lesiones, tanto antes como después, bien sea para prevenir dichas patologías como para restablecer la funcionalidad una vez instaurada la lesión.
La actuación de la fisioterapia puede estar enfocada hacia el tratamiento del dolor, (electroterapia, ultrasonoterapia, magnetoterapia, ejercicios de equilibrio, potenciación muscular, etc.) y cómo no, hacia la prevención, intentando en todo caso evitar si es posible la intervención quirúrgica. En el caso de que no exista otra solución que la temida intervención, es tan importante el éxito de la operación como que se realice una buena fisioterapia postquirúrgica.
En definitiva, el objetivo principal de la fisioterapia es la funcionalidad; en este caso debemos conseguir que el paciente logre tener una rodilla estable, fuerte y resistente para poder continuar en la medida de lo posible su vida con la misma calidad que antes de la lesión.
FRANCESC TAVERNER I TORRENT
CENTRE DE FISIOTERÀPIA I RECUPERACIÓ FUNCIONAL FISIOSAN